Consumir alimentos que nos gustan puede animarnos y hacernos sentir de mejor humor, satisfechos y relajados.
Por el contrario, en ocasiones, comer nuestros alimentos favoritos puede
provocarnos sentimientos negativos de culpa y remordimiento. ¿Cómo
podemos reducir los efectos negativos y aumentar el impacto positivo de
la comida en nuestro estado de ánimo?
Comer es uno de los placeres de la vida y, siempre que es posible,
comemos alimentos que nos gustan y evitamos aquellos que no nos gustan.
Los estudios demuestran que el hecho de comer los alimentos que uno
prefiere puede estimular la liberación de serotonina y endorfinas,
hormonas que mejoran nuestro humor.
"Es muy importante que tomemos el alimento como medio de vida y placer
lícito; pero como todas las emociones, los placeres no deben superar lo
razonable".
No obstante, el hecho de que una comida nos resulte atractiva no sólo está relacionado con su gusto, también depende de:
- El hambre que tengamos
- Las experiencias previas con ese alimento, acumuladas en el subconsciente.
- Las circunstancias sociales en las que se consume.
- En otras palabras, lo que nos hace sentir bien es consumir el tipo de alimento apropiado, en el momento apropiado y en la compañía apropiada.